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En su débil condición de mujer

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Quiero solicitar una ayuda a mis escasos lectores. Si mirais al costado de esta web vais a ver un diminuto apartado que pone “La chica de la semana”. La actual se llama Fatoumata Coulibary y es, entre otras cosas, la protagonista del filme Moolaadé, muy recomendable, que pudo visionarse hace días en cierto canal de televisión. Pues bien. Lo que busco ahora es presencia de mujeres europeas, que puedan ser incorporadas a mi modesto apartado. Estas mujeres tendrían que reunir las siguientes condiciones: no pertenecer a la esfera institucional ni a la nobleza en cualquiera de sus variantes, no ostentar grandes titulaciones y grados ni estar protegidas por algún organismo estatal o privado, no estar casadas y/o divorciadas de ningún indivíduo del que esté percibiendo una pensión suficiente como para montar, por ejemplo, una ONG; etc. Ya entendeis por donde van los tiros: hablo de mujeres del día a día, madres, profesoras, médicos, escritoras, operarias, artistas, activistas, brujas, y hast

Jorge Volpi: América Latina no existe

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Triste noticia la de enterrar a América Latina. Más, si se tiene en cuenta que entre 2009 y 2012, Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, El Sal­vador, México, Paraguay y Vene­zuela celebrarán los 200 años de sus respectivas independencias. Triste noticia, si se cuentan los muertos de la causa continental. Tal vez el tricentenario de 2110 encuentre una América unida de Alaska a Ushuaia bajo el nom­bre de los Estados Unidos de las Américas, quizás entonces quepa hablar de integración regional, del sueño de Bolívar, y no de su in­somnio. Pero hoy, otra vez, procé­selo, América Latina no existe. La provocación sale de la boca del mexicano Jorge Volpi, sen­tado cómodo en el lobby de un hotel cinco estrellas del micro­centro porteño, adonde viajó para presentar El insomnio de Bolívar. Cuatro consideraciones intempes­tivas sobre América latina en el si­glo XXI, que le valió el Premio de Ensayo Debate-Casa de América. "La vieja idea de América Latina que tanto fascinó al mundo o

Oskar-moska

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Mi madre nos ponía la merienda en una fiambrera dentro de la mochila. Ella se preocupaba por mí, que comía poco y andaba mucho, que era una cría nerviosa, un culo de mal asiento. Recuerdo que me llenaba la fiambrera con un enorme bocata de queso hecho con pan de higos secos y pipas de calabaza, para evitar las lombrices; pero igual no había manera de que yo me lo comiera todo. Un día le dije: “Madre, pónme algo ligero”, porque ya empezaba a hacer calor y a mí la comida siempre me ha caído pesada cuando hace calor. Oskar-moska estaba ahí conmigo, llenando su mochila sin prestar atención. Cuando llegó la hora de la merienda, me tumbé en un banco con mis colegas y saqué la fiambrera. Al notar que se movía, di un grito y la fiambrera voló por los aires. ¿Qué demonios había allí dentro? Mis colegas y yo formamos corro alrededor, pero nadie se atrevía a abrirlo. “Bocata no”, dijo una chavala, “porque esas cosas no suelen saltar en las fiambreras”. Insecto ponzoñoso o mascota, tampoco, pensé,

Quién sabe Alicia, ese país...

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La verdad es que le he dedicado demasiado tiempo a este blog. Llevo dos años escribiendo en él, y luego de abrir Fata Morgana debo confesar que mi interés por el pobre K-osmonauta cayó en picado. Hubo un tiempo en que me importaban mucho los comentarios, debatir con la gente y cosas como ésas; luego mis intereses empezaron a virar hacia otros derroteros. Me interesaba más re-educar mi ego, sacrificarlo, ponerlo un poco en la picota. Entiéndanse todas estas expresiones como metáforas exageradas y puro regusto por las palabras, porque en realidad, el ego se re-educa en la vida real y bien poco detrás de una pantalla de ordenador. Hubo, también, despedidas para el K-osmonauta -hace días hubo una, semi, con la song de Beth, rindiendo un homenaje light a esos ochentas que hoy los chavales de la generación posterior llamarían decadentes -, cambios de http//:, llaves, candados y nuevas aperturas. Pero ya veis que siempre vuelvo. Ha sido una experiencia muy fructífera esto de los blogs

Romántico y el cuarto poder (II)

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La Argentina, que había recibido a millones de inmigrantes desde 1880, cerró sus puertas a partir de 1930. Cuando se produjo el estallido de la Guerra Civil española en 1936, apareció en el gobierno argentino la preocupación por el posible ingreso de los refugiados españoles, considerados "extranjeros indeseables". Estos eran visualizados como una amenaza para la población nacional, y el Estado argentino debía estar alerta para no convertirse en "el receptáculo de personas indeseables" por el peligro ideológico que representaban. Durante 1938 se incrementaron las trabas para los extranjeros que quisieran emigrar a la Argentina, en particular los refugiados, tanto judíos como españoles republicanos. Los cónsules argentinos en el exterior fueron instruidos para suspender visas de ingreso al pais, e incluso permisos ya acordados en Buenos Aires fueron revisados y en muchos casos anulados. El fin de la Guerra Civil en abril de 1939 y el estallido de la Segunda Guerra M

El billete de lotería

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Hace un momento leía una nota sobre Hubert Selby Jr. -algo así como “el beat olvidado”-,   y me dio por pensar que últimamente, escribir un libro, publicarlo y que se lea, parece ser algo así como comprar un billete de lotería y sacar el premio gordo o tirarlo a la papelera después de haber oído los números. Es cosa bien sabida que el hecho de que un libro se venda o no -y consecuentemente, que ese escritor llegue o no a ser reconocido, o reconocido muchos años después (y con deficiencias), como le pasó al pobre Hubert- no depende, vaya novedad, de la calidad de la obra, sino del marketing. Basta con leer Plataforma , de Michel Houellebecq, para llegar a la conclusión de que en este mundo hay más gente con suerte que gente con talento. Recuerdo haber llegado a ese libro con una cierta espectativa: me habían hablado muy bien del autor, y me bastaron unas cuántas páginas para empezar a entender por qué logró fichar: retrata a la perfección el sueño del yupi anómico y solitario enzarza

Un capricho

Después decía Hydn que los ingleses eran duros de oído... Hablando de PF y Waters (alias "el frío"... jeje), os dejo una versión duelista a varias guitarras de uno de mis temas favoritos. El que pediría que pusieran, por ejemplo, en mi funeral o algo así. Viendo el estilo de unos y otros se entiende por qué Waters se llevaba mal con Gilmour. En su momento, dos egos en contienda: Waters, el perfeccionista vs. Gilmour, el austero. Para esta ocasión (y por los viejos tiempos): Roger Waters, con sus amigos. Él, siempre tan humilde... (¿Cómo puede ser que esta canción todavía no estuviera en el Kosmonauta?).

Toda una ofrenda

Townes Van Zandt desafinaba bien, con una poesía muy bien afinada. Un José Larralde texano, gente que esté donde esté parece lucir siempre en carne viva, y al verle, al escucharle, una llega a sentirse un poco "vouyer" de esa intimidad que, más que dar un espectáculo -que no lo es, bendito sea, nunca lo será- es toda una ofrenda. Solía despertarme y correr con la luna, vivía como un vagabundo y un hombre joven, cubría a mis amantes con flores y heridas, mi risa le daba miedo al diablo, el sol venía y me derrrotaba. Pero cada día cruel tiene su noche, yo les daba la bienvenida a las estrellas con vino y guitarras, lleno de fuego y olvido. (Cortesía de Manco).

¿Sed de eternidad o de olvido?

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Pongo este post porque puede aplicarse a otro puñado de perlas negras -y blancas- ya extintas. El texto es de lo mejorcito que he leído sobre canibalismo social, y la intención es sin ánimo de evaluar la calidad o no del artista reseñado: Michael Jackson. R.I.P El 25 de junio pasado le decía a una amiga que, con su muerte, la vida de Michael Jackson podría a ser el gran tema de la literatura de los próximos años. Hace mucho que es un gran silencio. Una apatía angustiosa y miserable. Fue el héroe que nos deleitó con fruición y que luego nos despertó con una dosis de morfina en un concierto al miedo. Lo que hoy podemos aplaudir (como se hace en el Bronx) es que haya recuperado la coherencia. Necesitaba un guía que lo salvara de su propia desaparición. Definitivamente, ha pasado a ser el siervo del Pop, el energúmeno de nuestras pesadillas, el don nadie que se desvive por morir su vida o por creer que muere todos los días a cierta hora de la tarde. El que quiso ser neutro. No tuvo oc

Próximo destino

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...la Luna. Ops!... perdón: el Cabo de Gata, en Almería. Ya nos vemos. (Posible que duerma al raso).

A este perro le falta una pata

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Y aquí viene el perro. El que más bien ni fú ni fá, el que mucho no cuela, el cojo. Menudo mutante este perro. Recuerdo a Linda Perry, de 4 non blondies, allá por el '93. Le echo un vistazo a sus botas, sus calcetines a rayas, su gran sombrero de aviadora (comprado, probablemente, con muy pocos ahorros en una tienda de segunda mano), su “falda” de florecitas (¿o serán unos calzoncillos?) y su largo chaquetón de militante finisecular. Ni siquiera es mi canción favorita, pero me gusta. La considero emblemática. ¿What’s up?, pregunta Linda; ¿y ahora, qué?¿qué es lo que se viene? 4 non blondies -una sencilla banda pop con un solo hit de éxito- dán la impresión de ser frágiles, saben que su formato va a morir pronto. Ése es el único pecado que se le puede atribuir a la generación del ‘90: la de saber que iban a morir pronto. Que su adolescencia iba a durar muy poco y que, como dijera Patti Smith veinte años antes, algunos servían como cruzados y otros como moscas aplasta

Única reseña del naufragio

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Ya por entonces, Haroldo Conti había colgado un letrero frente a su escritorio: “Éste es mi lugar de combate, y de aquí no me voy”. Pero sus secuestradores no supieron lo que decía ese letrero, porque estaba escrito en latín. -Gabriel García Márquez Era un atardecer de febrero con cuarenta grados sin una sola brisa. Mi madre y yo acabábamos de llegar de la playa, corridas por uno de esos aguaceros fugaces que acaban pasando justo cuando ya has llegado a casa. Aún podía sentir el hormigueo caliente del salitre sobre mi piel, e intentaba empezar un cuento en un cuaderno nuevo. Desde el fondo del patio se alzaba un cielo crepuscular rojo intenso, una tímida puesta de sol taponada de cúmulo nimbos, creo que sin arco iris. Mi padre leía el periódico; mi madre cebaba mate. De pronto él se llevó los anteojos hasta la punta de la nariz, y en un tono entre arrebatado e incrédulo, dijo: -¡Qué la tiró...! Carter dice que en Argentina hay campos de concentración. Y ese mismo día se a

(Ruido) o el miedo al amor

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En susurros, se habla de "la ley de atracción", el secreto que convirtió a Goethe en el primer fáustico de la historia narrable, de la inenarrable seguro que habrá mejores ejemplos que él. La gente se apunta a la ley porque quiere tener cosas. Cosas cosas cosas. Si no tienes coche eres dependiente, dicen; necesitas la propiedad para sentir que estás vivo, que eres válido, que eres digno de respeto. Ésta parcela es mía . Mía mía mía. Esta camioneta, esta hamaca, este jardín con sus hormigas, y sus ranas, y su hiedra son míos. Hasta el grillo que canta por la noche es mío, porque está en mi terraza. Una mujer con dos niñitos rubios en un monovolúmen, impecable, ni un gramo de grasa: soy una mantenida, dice riendo. Mientras espero que pasen a recogerme (no tengo coche, soy una donna dependiente), miro las hormigas en su hormiguero -un hormiguero sin hipoteca, están en un predio de propiedad municipal-, y las admiro. Han construído su guarida entre los gajos de una rama de al