Romántico y el cuarto poder (I)
Extraño y contradictorio personaje Natalio Botana. Uruguayo, nacido en 1888 y emigrado a Buenos Aires en 1913, mismo año en que fundó el mítico diario Crítica (que en el 62 sería “comprado” por el gobierno peronista, del que era acérrimo opositor), Botana empezó su carrera con una frase que lo define muy bien: Dios me puso sobre vuestra ciudad como a un tábano sobre el noble caballo, para picarlo y tenerlo despierto. Conste que la cita la saco de la red, aunque ya en algunas fotos se le ve con un puro entre los labios, como a un auténtico ciudadano Kane de la prensa rioplatense.
Cuentan en la familia que mi tío Tito Chiessa, periodista él y fundador de la ya extinta revista marplatense Casino, llegó a trabajar en el diario Crítica como corresponsal de espectáculos. Como a Botana, a mi tío le perdían los caballos. Y fue justamente a causa de un caballo, que ese paradójico personaje llamado Botana y defensor por partes iguales de la causa golpista de Uriburu como del derrocado gobierno de Manuel Azaña, contribuyera a la acogida de los intelectuales españoles republicanos que huían de Franco, allá por el ‘39. Las razones políticas o de otra naturaleza que pudieron mover a Botana quedan a criterio del lector. De todas maneras, ya nos lo cuenta la historiadora Dora Schwarzstein, autora de La historia oral (CEAL, 1991):
Cuentan en la familia que mi tío Tito Chiessa, periodista él y fundador de la ya extinta revista marplatense Casino, llegó a trabajar en el diario Crítica como corresponsal de espectáculos. Como a Botana, a mi tío le perdían los caballos. Y fue justamente a causa de un caballo, que ese paradójico personaje llamado Botana y defensor por partes iguales de la causa golpista de Uriburu como del derrocado gobierno de Manuel Azaña, contribuyera a la acogida de los intelectuales españoles republicanos que huían de Franco, allá por el ‘39. Las razones políticas o de otra naturaleza que pudieron mover a Botana quedan a criterio del lector. De todas maneras, ya nos lo cuenta la historiadora Dora Schwarzstein, autora de La historia oral (CEAL, 1991):
A fines de 1939 Buenos Aires vivía despreocupada, muy lejos de la guerra mundial que había estallado pocos meses antes en Europa. Asi describía el periódico La Nación, uno de los actores políticos más importantes de Buenos Aires, el clima reinante el domingo 5 de noviembre cuando se corrió el Gran Premio Carlos Pellegrini, la cumbre de la temporada hípica local:
El camino hacia el hipódromo era ayer el que emprendía la gente desde todos los ámbitos de la ciudad y pueblos circunvecinos. La corriente de público se centralizaba en la avenida Alvear, donde los vehículos después de haber salvado con rapidez las vías convergentes, se atascaban allí, en medio de un roncar de bocinas que pedían paso en vano, porque no había forma de concedérselo. Así, eran muchos los que llegaban a pie al circo de Palermo para buscar en seguida ubicación en las tribunas desde la cual pudieran observar cómodamente el desarrollo del programa...
Dió término ayer tarde [domingo 5 de noviembre] en nuestro puerto el viaje que inició en la Pellice (sic) el 18 de octubre último el vapor francés "Massilia" cuyo paradero se desconoció durante varios días y cuyo rumbo ignoraban los mismos pasajeros cuando se embarcaron en aquel puerto que no es el de salida habitual. La travesía se hizo desprovisto el barco de cualquier indicio que pudiera hacerlo perceptible desde larga distancia y durante la noche permaneció siempre en la mas absoluta oscuridad. Durante todo el viaje intercontinental el pasaje estuvo carente en absoluto de noticias que le informaran de algún acontecimiento, del mismo modo se le advirtió al pasaje que estaba vedada cualquier clase de correspondencia. De este modo, la llegada a Rio de Janeiro fue un verdadero alivio, pues significaba que todo peligro había desaparecido en lo que se refiere al posible torpedeamiento del barco por los sumergibles nazis.
En ese mismo domingo, a bordo del Massilia, anclado en el puerto de Buenos Aires, había 147 españoles republicanos. Todos ellos se hallaban en tránsito, con diversos destinos: 132 a Chile, 6 al Paraguay y 9 a Bolivia. Permanecían alojados a bordo, hasta que pudieran tomar los trenes internacionales respectivos o el vapor de carrera con destino a Asunción. De este conjunto se destacaban unos 60 intelectuales, entre ellos Ramón Hidalgo Pontones (pintor), José Arbex Pomareta (ingeniero), José Fernández Cañizares (cinematografista), Luis de la Fuente (director de cine), Antonio Salgado y Salgado (periodista), José Ruiz de Toro (abogado y escritor), Mauro Cristóbal Artache (dibujante), Arturo Cuadrado Moure (ex-director de la revista "Resol"), Alberto López Barral (escultor), Gregorio Muñoz Montenegro (pintor-escenógrafo), Pedro Corominas Muntanya (abogado y legislador catalán), Severino Mejuto (actor), Clemente Cimorra (periodista), Eusebio de Gorbea, Pascual Guillén y Salvador Valverde (autores teatrales).
No permiten ni asomarse a los ojos de buey a los intelectuales españoles en tránsito, titulaba el diario radical Noticias Gráficas la noticia del arribo del Massilia al puerto de Buenos Aires. Las medidas adoptadas contra el grupo de intelectuales y artistas españoles... son de un rigorismo que solamente tratándose de peligrosos confinados se hubieran aceptado....Un marinero nos informó que los españoles refugiados tenían orden de que nadie se aproximara a ellos y menos que se asomaran por los ojos de buey ...Es lamentable lo que ha ocurrido. No sabemos ni nos interesa saber quién ha dado la orden terminante de que ese grupo de gente que representa de modos distintos a la cultura y el cerebro de España permanezca en la sombría situación de los delincuentes incomunicados.
Natalio Botana, era también propietario de Romántico, el ganador del Gran Premio Carlos Pellegrini que se acababa de correr. Quiso el azar que un caballo propiedad de Botana hubiera ganado recientemente una importante carrera en el hipódromo local. Botana decidió, entonces, donar el importe del premio a los españoles del Massilia, consiguiendo también del presidente Ortiz el permiso para que ese puñado de hombres, mujeres y niños pudieran afincarse legalmente en el pais:
Así nos quedamos en la Argentina, gracias a un caballo que ganó... No teníamos programado venir a la Argentina, eso fue una cosa que surgió, así de un modo puramente casual... Todos teníamos nuestra visa para Chile pero ya que la cosa surgió nos pareció mejor la Argentina, que era un pais más atractivo.
El azar aparece así como protagonista absoluto del asentamiento de los españoles llegados en el Massilia, el conjunto más numeroso de exiliados españoles llegados a la Argentina antes de 1940. La trama sin embargo era mucho más compleja. Intentaremos construir una estructura significativa con las diversas versiones de lo sucedido aquél domingo 5 de noviembre.
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Comentarios
Bienvenida, un beso grandote.
Un fuerte abrazo
Carlos
El Toro de Barro