Brothers
Cada cuatro años los hermanos vuelven a pelearse. Una
especie de guerra fratricida cuyo campo estratégico es el lenguaje y la distribución del alimento. Los dos candidatos que se odiaban son de la misma sangre.
Algunos piensan que ganó Caín. Otros creen que Abel les salvará la vida. Y en
la guerra se confunden los nombres, las esperanzas y los bandos. Son el fruto de
una madre que no supo unir a sus hijos. Que los dividió. Uno y otro
probaron la ingobernabilidad del clan. Y ahora hay frustración. Mucha. O sea, como siempre. Aunque éste sólo sea el principio, ya empieza a notarse que la resignación amenaza con ganarle a la ira.
El clan cree que lo ha probado todo sin saber que nunca ha cortado el cordón. Hablando
en griego: el clan ignora que la realidad no es tal, sino sólo un montón de
sombras sobre un muro que él confunde con su padre.