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Quién sabe Alicia, ese país...

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La verdad es que le he dedicado demasiado tiempo a este blog. Llevo dos años escribiendo en él, y luego de abrir Fata Morgana debo confesar que mi interés por el pobre K-osmonauta cayó en picado. Hubo un tiempo en que me importaban mucho los comentarios, debatir con la gente y cosas como ésas; luego mis intereses empezaron a virar hacia otros derroteros. Me interesaba más re-educar mi ego, sacrificarlo, ponerlo un poco en la picota. Entiéndanse todas estas expresiones como metáforas exageradas y puro regusto por las palabras, porque en realidad, el ego se re-educa en la vida real y bien poco detrás de una pantalla de ordenador. Hubo, también, despedidas para el K-osmonauta -hace días hubo una, semi, con la song de Beth, rindiendo un homenaje light a esos ochentas que hoy los chavales de la generación posterior llamarían decadentes -, cambios de http//:, llaves, candados y nuevas aperturas. Pero ya veis que siempre vuelvo. Ha sido una experiencia muy fructífera esto de los blogs

Romántico y el cuarto poder (II)

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La Argentina, que había recibido a millones de inmigrantes desde 1880, cerró sus puertas a partir de 1930. Cuando se produjo el estallido de la Guerra Civil española en 1936, apareció en el gobierno argentino la preocupación por el posible ingreso de los refugiados españoles, considerados "extranjeros indeseables". Estos eran visualizados como una amenaza para la población nacional, y el Estado argentino debía estar alerta para no convertirse en "el receptáculo de personas indeseables" por el peligro ideológico que representaban. Durante 1938 se incrementaron las trabas para los extranjeros que quisieran emigrar a la Argentina, en particular los refugiados, tanto judíos como españoles republicanos. Los cónsules argentinos en el exterior fueron instruidos para suspender visas de ingreso al pais, e incluso permisos ya acordados en Buenos Aires fueron revisados y en muchos casos anulados. El fin de la Guerra Civil en abril de 1939 y el estallido de la Segunda Guerra M

El billete de lotería

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Hace un momento leía una nota sobre Hubert Selby Jr. -algo así como “el beat olvidado”-,   y me dio por pensar que últimamente, escribir un libro, publicarlo y que se lea, parece ser algo así como comprar un billete de lotería y sacar el premio gordo o tirarlo a la papelera después de haber oído los números. Es cosa bien sabida que el hecho de que un libro se venda o no -y consecuentemente, que ese escritor llegue o no a ser reconocido, o reconocido muchos años después (y con deficiencias), como le pasó al pobre Hubert- no depende, vaya novedad, de la calidad de la obra, sino del marketing. Basta con leer Plataforma , de Michel Houellebecq, para llegar a la conclusión de que en este mundo hay más gente con suerte que gente con talento. Recuerdo haber llegado a ese libro con una cierta espectativa: me habían hablado muy bien del autor, y me bastaron unas cuántas páginas para empezar a entender por qué logró fichar: retrata a la perfección el sueño del yupi anómico y solitario enzarza

Un capricho

Después decía Hydn que los ingleses eran duros de oído... Hablando de PF y Waters (alias "el frío"... jeje), os dejo una versión duelista a varias guitarras de uno de mis temas favoritos. El que pediría que pusieran, por ejemplo, en mi funeral o algo así. Viendo el estilo de unos y otros se entiende por qué Waters se llevaba mal con Gilmour. En su momento, dos egos en contienda: Waters, el perfeccionista vs. Gilmour, el austero. Para esta ocasión (y por los viejos tiempos): Roger Waters, con sus amigos. Él, siempre tan humilde... (¿Cómo puede ser que esta canción todavía no estuviera en el Kosmonauta?).

Toda una ofrenda

Townes Van Zandt desafinaba bien, con una poesía muy bien afinada. Un José Larralde texano, gente que esté donde esté parece lucir siempre en carne viva, y al verle, al escucharle, una llega a sentirse un poco "vouyer" de esa intimidad que, más que dar un espectáculo -que no lo es, bendito sea, nunca lo será- es toda una ofrenda. Solía despertarme y correr con la luna, vivía como un vagabundo y un hombre joven, cubría a mis amantes con flores y heridas, mi risa le daba miedo al diablo, el sol venía y me derrrotaba. Pero cada día cruel tiene su noche, yo les daba la bienvenida a las estrellas con vino y guitarras, lleno de fuego y olvido. (Cortesía de Manco).

¿Sed de eternidad o de olvido?

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Pongo este post porque puede aplicarse a otro puñado de perlas negras -y blancas- ya extintas. El texto es de lo mejorcito que he leído sobre canibalismo social, y la intención es sin ánimo de evaluar la calidad o no del artista reseñado: Michael Jackson. R.I.P El 25 de junio pasado le decía a una amiga que, con su muerte, la vida de Michael Jackson podría a ser el gran tema de la literatura de los próximos años. Hace mucho que es un gran silencio. Una apatía angustiosa y miserable. Fue el héroe que nos deleitó con fruición y que luego nos despertó con una dosis de morfina en un concierto al miedo. Lo que hoy podemos aplaudir (como se hace en el Bronx) es que haya recuperado la coherencia. Necesitaba un guía que lo salvara de su propia desaparición. Definitivamente, ha pasado a ser el siervo del Pop, el energúmeno de nuestras pesadillas, el don nadie que se desvive por morir su vida o por creer que muere todos los días a cierta hora de la tarde. El que quiso ser neutro. No tuvo oc

Próximo destino

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...la Luna. Ops!... perdón: el Cabo de Gata, en Almería. Ya nos vemos. (Posible que duerma al raso).