Cortázar
Cortázar ha sabido mejor que ninguno agarrar a la Argentina
por el lado de la vergüenza, combatir su engolamiento, ser el bufón que
desmonta sus ficciones.
Néstor García Canclini
Néstor García Canclini
Este gigante siempre pareció lamentar la distancia. Me pregunto qué habrá sentido cuando le dio por visitar Buenos Aires y nadie lo recibió. Esto fue durante el gobierno de Alfonsín y ya levantada la prohibición. Unos dijeron que el escritor no quería ver a nadie; otros, que la culpa fue de las autoridades. La secretaria del presidente llegó a confesar años después que fue un error de agenda. Nunca lo sabremos, probablemente.
Hace un rato estaba viendo un programa donde él le
explicaba al periodista lo que sentía al caminar por París. Hablaba de una
sensación que está más allá de las palabras, algo que yo he llegado a sentir
también cuando vivía en Madrid. Será que es verdad eso de que hay que estar un
poco lejos para poder encontrarse. Yo creo que ese "estar lejos" que
tanto lamentaba este gigante del cuento, enriqueció su talento personalísimo y
nos lo devolvió a todos en la forma que conocemos. Aunque no sé, quizá sea sólo
una idea mía.
Recuerdo los tiempos en que yo cursaba en la Facultad de
Humanidades. Hubo algún compañero que se refería a él con desprecio porque
había vivido en Francia durante más de 30 años e incluso se le había pegado el
acento. Circulaba por esos tiempos la idea de que era "extranjerizante". Actualmente se le pone por las nubes y es harto conocida
su nostalgia por Buenos Aires, y su dolor de saber que en su tierra 22 millones
de argentinos no podían leer sus cuentos por causa de la censura. Y hoy, mientras
lo oía extrañar y añorar la tierra porteña, llegué a preguntarme cómo
escribiría si hubiera nacido y vivido en Caballito, por ejemplo, en Ituzaingó o
en Necochea. O más lejos todavía… si hubiera vivido en Catamarca. ¿Cómo
escribiría el gigante si hubiera vivido en Catamarca? O en Añatuya. ¿Sería hoy
el gigante que conocemos?