Vincent Van Gogh
Todo el mundo quiere subirse al carro de Van Gogh. No existe un viaje tan horrible que nadie quiera hacer. La idea de un genio no reconocido sudando tinta en un desván es deliciosamente absurda. Debemos conceder a Van Gogh el mérito de haber puesto ese mito en órbita. Es decir: ¿cuántos cuadros vendió Van Gogh?¿Uno? No podía ni regalarlos. Iba a ser el artista más moderno, pero todo el mundo le odiaba. Nos avergüenza tanto su vida que el resto de la historia del arte es una compensación por el abandono de Van Gogh. Nadie quiere formar parte de una generación que ignore a otro Van Gogh.
-René Ricard (de la película Basquiat)

Comentarios
¿Y si su cuñada no hubiera puesto interés en su obra?
Nunca sabremos si la persona que tenemos delante, ese loco, bipolar, obsesivo compulsivo, excéntrico y colgado artista merece el parnaso hasta que alguien decide que lo merece.
¿Se me ha entendido mejor?
Lo que yo pienso es que Van Gogh ya es una marca, nisiquiera es un artista; se ha convertido en un icono insustituible y a la vez en el más maldito de los malditos (quizá porque nunca haya tenido la intención de serlo). Es el acuñador. Cuando miramos a Van Gogh, no vemos la pintura de Van Gogh, vemos el fracaso de Van Gogh convertido en el genio más famoso de la historia del Arte, su paradoja. Pero en épocas de Jean-Michel el fracaso personal se convirtió en glamour. Hoy en día ya no queda ni eso. En lo mediático, ya no convencen los artistas atormentados. Como dijo Chinchu; hoy se espera que sean listos y encima corporativistas.
Todo lo demás, no existe. Esto es lo triste.
besos
CHINCHU
Nos visitaremos a menudo, besos.