Dylan
Cuando le dan el Nobel a un escritor ignoto que nadie
leyó no se hace un debate interminable sobre si le correspondía o no. La
mayoría tampoco se molesta en leerlo. Veo que los debates de estos días radican
exclusivamente en el carácter de cantante de Dylan. Esa anomalía es vista como
una ofensa a la literatura. Me pregunto cuántos de los ofendidos han estado en
contacto con la obra de Dylan y no con su imagen mediática. La frivolidad, por
ende, no me parece radicar en la decisión de premiar a un extraordinario
escritor que CANTA sus textos, sino en buscar la mejor visión conspirativa, no
molestarse en hurgar en lo que Dylan hizo, escandalizarse por una caduca
distinción entre alta y baja cultura, fetichizar al libro como unico soporte de
la poesía, despreciar a priori al artista popular solo por ser popular, sembrar
de sospechas el reconocimiento de uno de los creadores más complejos,
originales e influyentes de la contemporaneidad. Dylan no es ninguna síntesis
entre la cultura y el consumo. Si investigaran algo sobre la obra de Dylan,
sabrían apreciar sus gestos sostenidos de salirse de la horma del consumo pop.
Y si tomaran sus discos e intentaran entender su trabajo con el lenguaje y la
revolución que significó para el formato canción, ahí mostrarían que les
preocupa verdaderamente la literatura y no hablan desde una herida narcisista.
Fuente: La Otra
Photo/post: BOB DYLAN escritos, canciones y dibujos- tomo 2 / Editorial Aguilera- Madrid, 1975
Fuente: La Otra
Photo/post: BOB DYLAN escritos, canciones y dibujos- tomo 2 / Editorial Aguilera- Madrid, 1975