Mujer, sí
Soy mujer. ¿Eso me define como diferente al hombre? Sí y no. Y depende. Soy mujer, tengo dos mamas, una vagina, un útero. ¿Eso me define como madre? No. Conozco hombres que sin mamas ni vagina, son tan capaces de criar e incluso de amar como una mujer, y mejor. Soy mujer, y tengo un corazón y un cerebro. Se pretende que el primero me defina y que el segundo le esté subordinado. Durante siglos se pretendió que entre ambos hubiera división. Esa división continúa hasta hoy entre muchas de nosotras. Durante siglos, se nos enseñó que amar era sinónimo de obediencia y sumisión. Pero en lo hondo, la llama crecía. Soy mujer, y fui hecha -dicen- para que quepa en mí lo que el hombre tiene. Fui criada en la conciencia de un vacío que debe ser llenado. En la certeza de lo inacabado, de lo frágil, de lo protegible. Pero cuando el hombre faltó, tuve que ser hombre para mí y los míos. Y encima, se me criticó. Por callarme me llamaron reprimida. Puta por sacar al hijo de casa de su madr