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Moscas o cruzados

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Algunos de nosotros servimos como cruzados y algunos como moscas aplastadas contra una valla. Vivimos una existencia espartana. (Patti Smith) Hubo quien dijo: "No baja quien puede o quien quiere, sino a quien le toca". Aceptación no es lo mismo que conformismo. Aceptar algo, o rebelarse contra ello, implica indefectiblemente un ejercicio de la libertad. El que acepta, primero tiene que procesar la información a fin de aceptarla o eliminarla. No hay aceptación válida sin un acto consciente y de previa reflexión. El conformismo, en cambio, es bien distinto. Es la mosca aplastada contra la valla aunque ésta se crea halcón. Tarde o temprano, la mosca habrá muerto, y para cuando lo sepa... quizá sea demasiado tarde. Otros habrán elegido por ella.

Mo-mo

Mi madre nos ponía la merienda en una fiambrera dentro de la mochila. Ella se preocupaba por mí, que comía poco y andaba mucho, que era una cría nerviosa, un culo de mal asiento. Me llenaba la fiambrera con un enorme bocata de queso hecho con pan de higos secos y pipas de calabaza, para evitar las lombrices; pero igual no había manera de que yo me lo comiera todo. Un día le dije: “Madre, pónme algo ligero”, porque ya empezaba a hacer calor y a mí la comida siempre me ha caído pesada cuando hace calor. Mo-mo estaba ahí conmigo, llenando su mochila sin prestar atención. Cuando llegó la hora de la merienda, me tumbé en un banco con mis colegas y saqué la fiambrera. Al notar que se movía, di un grito y la fiambrera voló por los aires. ¿Qué demonios había allí dentro? Mis colegas y yo formamos corro alrededor. Nadie se atrevía a abrirlo. “Bocata no”, dijo una chavala, “porque esas cosas no suelen saltar en las fiambreras”. Insecto ponzoñoso o mascota, tampoco, pensé, porque yo tenía un rada

Un año de vida

Hoy el K-osmonauta del azulejo cumple su primer año de vida en la red, así que... psss, merece celebrarse. Me he divertido mucho en este espacio, la verdad, he conocido e intercambiado ideas y opiniones con gente muy interesante, otra no tanto; unos van, otros vienen... pues eso: que la red es como la vida, y estoy satisfecha de que sea así. Como la Piaf, no nos arrepentimos de nada, porque ¡ea!... ha valido la pena, y desde luego, el kosmonauta y yo seguiremos al pie del cañón. Feliz Cumpleaños, guapo...

El escándalo de Notre Dame

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A las once de la mañana del 9 de abril de 1950, cuatro jóvenes -uno de ellos vestido de pies a cabeza de monje dominico- entraron en Notre Dame de París. Era en plena misa de Pascua; en la iglesia habían 10.000 personas procedentes de todo el mundo. “El falso dominico”, como le denominó la prensa -Michael Mourre, de ventidos años- aprovechó una pausa que siguió al rezo del credo y subió al altar. Comenzó a leer un sermón escrito por uno de los conspiradores, Serge Berna, de veinticinco años: Hoy, día de Pascua del Año Santo aquí en la insigne iglesia de Notre Dame de París acuso a la Iglesia Católica universal de haber desviado letalmente nuestra fuerza vital hacia un cielo vacío acuso a la Iglesia Católica de estafa acuso a la Iglesia Católica de infectar el mundo con su moralidad fúnebre de ser la llaga que se extiende en el cuerpo descompuesto de Occidente. En verdad os digo: Dios ha muerto vomitamos la agonizante insipidez de vuestras plegarias pues

El viajero interior

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Anoche descubrí una cosa bella: así que pensé: "Mejor calla, y observa". Carlos Jacanamijoy. Putumayo, Colombia, 1964.

María Zambrano: ditirambo

Brota el delirio al parecer sin límites, no sólo del corazón humano, sino de la vida toda y se parece todavía con mayor presencia en el despertar de la tierra en primavera, y paradigmáticamente en plantas como la yedra, hermana de la llama, sucesivas madres que Dionysos necesitó para su nacimiento siempre incompleto, inacabable. Y así nos muestra este dios un padecer en el nacimiento mismo, un nacer padeciendo. La madre, Sémele, no dio de si para acabar de darlo a la luz nacido enteramente. Dios de incompleto nacimiento, del padecer y de la alegría, anuncia el delirio inacabable, la vida que muere para volver de nuevo. Es el dios que nace, y el dios que vuelve. Embriaga y no solo por el jugo de la vid, su símbolo sobre todos, sino ante todo por si mismo. La comunicación es su don. Y antes de que ese don se establezca hay que ser poseído por él, esencia que se transfunde en un mínimo de sustancia y aún sin ella, por la danza, por la mímica, de la que nace el teatro; por la presentación

Las ideas no se matan

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Hay quienes se las comen. Photo-post: Bansky