Esclavismo laboral: nihil obstat
Éste es el fenotipo del indivíduo medio hundido hasta las narices en la dinámica laboral auto-destructiva del dígito descartable: - Una empresa X le pone trabajar 8 horas diarias por un sueldo de hambre y un contrato basura, que el emplead@ acepta por necesidad. - A los 15 días, el empresario le propone al emplead@ trabajar fines de semana incluídos a cuenta de “una sustancial” propina, que se acabará quedando en calderilla. Sabiendo que con lo que le pagan no llegará a fin de mes y queriendo, además, hacer buena letra, el emplead@ acepta. - Al llegar su primera nómina, el emplead@ ve que ésta no ha aumentado mucho más que el sueldo estipulado por las 8 horas, y mientras jura que en cuanto encuentre algo se largará de alli, en realidad continúa; porque en el fondo sabe que en otra empresa le pagarán lo mismo o peor, y además ha firmado un contrato donde pone que el personal no cuenta con representación sindical. Primera caída: algo que la empresa ya sabía de antemano, algo c